La hueca…

Siempre me he preocupado por tener una buena relación con mis alumnos, de hecho varios de mis grandes amigos actuales pasaron de ser mis alumnos a ser personas irremplazables en mi vida. Atendiendo a esto, intento acercarme a ellos, conversar de las cosas cotidianas, de los problemas de la univesidad o de sus vidas.
 
Algunos antiguos amigos (antiguos por el tiempo de conocernos, no por la edad) me decían hace un par de semanas que el "secreto de mi juventud" (además de mis multiples cremas y tratamientos ) está en el hecho de que la docencia me permite estar cerca de gente mucho más joven que yo. Y hoy como nunca me senti transportada a mis años de universidad, que aunque era una universidad tremendamente diferente a la Ibero o la UVM, no deja de tener ciertas similitudes, y es que aún cuando cada uno de nosotros se siente único e irremplazable (y lo somos, por lo menos desde el punto de vista genético), tendemos a repetir esquemas de socialización, cosa que yo evidencie el día de hoy (no sin un dejo de nostalgia).
 
Cuando yo estudiaba (ahi por 1856), estudiaban conmigo el bromista, el guapo, el histeriquito, el nerd, el sabelotodo, el super flojo, el llevadito, el amigo del alma (casi hermano), la MMC (mientras me caso… y se caso y con un profe ), las comadres y "la hueca". Siiiii, asi como lo leen. La de mi generación se llamaba Karina (o ese es el nombre que aqui le vamos a poner). La hueca era la "clásica" que estudiaba Relaciones Internacionales porque sonaba bonito el nombre, jamás se imagino que iba a tener que leer a Karl Marx (que en mi época no estaba tan desprestigiado como ahora) o a Max Weber, jamás penso que el clima o la personalidad de un jefe de estado era objeto de estudio de una carrera como esta… bueno, de hecho, cuando estabamos terminando el 8vo. semestre un buen día confeso que ella siempre había pensado que esa carrera era algo así como turismo, pero internacional (esto es anegdota, no producto de mi imaginación).
 
Era bonita, pero efectivamente hueca, nosotros como eramos unos verdaderos mounstros de maldad le decíamos "la neurona única" y aclarabamos que el hecho de que tuviera una neurona no queria decir que ésta fuera funcional. Era delgada, con un cuerpo envidiable, para qué lo vamos a negar… siempre vestía lo más trendy y vivía preocupada de su maquillaje, lo malo del caso, es que habría la boca y perdia todo su encanto, era el estereotipo clásico de bonita, pero tonta.
Bueno, en los casi 10 años que tengo de dedicarme a la docencia he detectado varias "neurona únicas", pero ninguna como la que me ha tocado este semestre… La señorita llega tarde al 90% de las clases si es que llega, claro está, la mayor parte de la clase la pasa preocupada por el estado de su maquillaje o de su celular, entra y sale del salón y deja la puerta abierta (¿por qué no?) y además se siente terriblemente ofendida cuando los demás nos molestamos (y me incluyo) por su actitud. Por supuesto no entrega tareas, "porque a ella nadie le aviso" y seguramente debe pensar que no le avisan porque la odian por ser bonita…
 
La "neurona única" de mi generación, hasta donde se, porque honestamente nunca le segui la pista una vez que egresamos, creo que nunca se tituló, efectivamente se caso, pero le pegan (o le pagaban), tiene un par de hijos y ha perdido su espectacular figura… El destino de la neurona es aún más incierto, pero dicen mis fuentes que cada día es un poco menos funcional (cosa que no me parece insólita, órgano que no se usa se atrofia ).
Lo curioso de todo esto, es que el recuerdo de Karina vino a mi memoria porque es evidente que "la hueca" se está convirtiendo en todo un personaje dentro de su generación, sólo esperemos que: 1) se de cuenta que está cursando una licenciatura seria y difícil y que quizá (sólo quizá) no es lo de ella o 2) encuentra un marido no golpeador lo antes posible y se retira a tener hijitos "huequitos" de los que hablaran mis sobrinos cuando esten en la universidad (sirve que sus papas no pierden dinero pagando la colegiatura esteril en la universidad)…
 
P.D. Se que es un muy malvado de mi parte escribir esto, pero de verdad no pude ahogar el recuerdo de mi "neurona única" y todas las tardes de chismorreo y risa que nos regalo…  y en verdad espero que lo poco que se de ella no sea verdad y esté bien y feliz con sus hijitos "huequitos"… (perdon, perdon, de nuevo no pude evitarlo jajajajajajajajaja!!)
P.D. Aceptenlo!!! Todos conocemos un/a hueca/o

La araña…

 Hoy en la madrugada, despues de luchar contra mi misma, logré salir de mi cama calientita y haciendo aún más esfuerzo arrastre mi corporal hasta el baño y abri la regadera, con más resignación que gusto entre bajo el chorro de agua caliente y cuando la senti correr por mi cuerpo asumí que no tenía más remedio que terminar de despertar e ir a trabajar.
 Shampoo, jabón, tratamiento capilar, mascarilla esfoliante y el día comenzaba a pintar mejor. Salgo de la regadera y FRÍO MORTAL!!, pero aún faltaba lo peor, o eso creía yo… Comienzo a secarme y a travéz del cancel de la puerta veo una sombra "sospechosista", UNA ARAÑA!! (asco), golpeo el cancel para que el infame octopodo huya y naaaada pasa. Me decido y asomo la cabeza, la miro y (seguramente) me mira, era realmente fea (pobrecita) y grande -unos tres centimetros, solo el cuerpo-. ¡¿Qué hago?! pensé, entonces vino a mi mente mi Tía Gloria (biologa de formación y profesión -ojo con este dato, es importante-), cuando una vez en Yautepec se dedicaba a matar hormigas y nosotros la criticabamos porque supuestamente los biologos deben amar a los seres vivos, entonces con la sabiduria que la caracteriza siempre nos dijo "yo no tengo nada contra los seres vivos mientras no invadan mi hábitat". Entonces me decidi, ese bicho estaba invadiendo la privacidad de mi baño y yo no se lo iba a permitir (nada más eso me faltaba!), en un alarde de valentia aplaste al bicho con una esponja… pero no lo vi caer, vuelvo a mirar y la veo amenazante () en la orilla de la puerta, vuelvo a atacar y ahora si la veo caer con las patitas encogidas… salgo de la regadera y en un acto de suprema valentia y resistencia estomacal decido recogerla y taaaaan taaaan taaaan YA NO ESTABA!!!! La muy desgraciada se hizo la muerta (literal) y cuando me di la vuelta escapo…
 No tenía demasiado tiempo como para dedicarme a escudriñar los misterios del escapismo arácnido, pero espero que haya aprendido la lección y que no decida volver (asco dos veces)… Claro… si hubiera sido el hombre araña, todo hubiera sido muy diferente…

El Pumabus…

El miércoles pasado tuve que ir a Ciudad Universitaria a una reunión de trabajo (más!!). Salí de la Ibero a eso de las 11 de la mañana y llegue a CU como a las 11:35 (nada mal en realidad), pero creanlo o no, llegué a mi reunión 25 minutos tarde… ¿qué paso entre las 11:35 y las 12:25? … Pues pasó EL PUMABUS!!!!
… Llegué temprano a CU, o poR lo menos mas temprano de lo que esperaba llegar, entre por detrás del Estadio y francamente en ningún momento me detuve  pensar por qué había tantos autos estacionados ahi en un dia entre semana, así que pasé de largo y entre en el circuito escolar (como siempre) y entonces caí en cuenta que ahora ya no es posible estacionarse dentro de CU, pues hay un carril de uso exclusivo para las lineas del autobus interno de la universidad y dos carriles para la circulación de los demas automoviles, ademas de que cada paso peatonal está ahora controlado por un pobre insolado que tiene el poder de tener un disco de pare o siga y que utiliza según su criterio (que no siempre es el mejor, pero en fin…).
Hasta ese punto todo parecia bastante bueno y funcional, el tránsito es mucho más expedito que de costumbre y los peatones disfrutan de un espacio de respeto que antes no era demasiado claro… todo un ejercicio de civilidad universitaria!! Y yo circulaba muy contentita por esta nueva y mejorada versión de la universidad y todo era maravilloso hasta que llegue al estacionamiento (de constumbre) que me queda más cerca de la Torre II de Humanidades y cuando quise entrar ¡Oh decepción! , sólo pueden entrar los autos que tienen tarjeton, acto seguido pregunte al individuo que se cree "dueño de la pluma" y me dijo que tenía que ir a arquitectura o al Estadio. Obviamente la vuelta por Arquitectura fue infructuosa y tomé rumbo al estadio… y aqui es donde comenzaria la odisea…
Estacionamiento 1 lleno, estacionamiento 2 lleno, estacionamiento 3 lleno… (ASHH!!!) Comenzaba mi preocupación por el tiempo… asi que decidi llamar a mi cita para avisar mi retrazo y me dice "no te preocupes, te esperamos, estacionarse es un lío ahora" … nubes en el horizonte, pensé… (Obvio, esto no es literal, porque ademas de todo hacia un calor!!).
Llegué al estacionamiento 7 (¡¡¡¡7!!!!) que no tenía en la entrada el clásico letrero de "Estacionamiento lleno, pase al siguiente", entré y presione el botón verde y nada de boleto ni nada que se levantaba la pluma, presiono de nuevo naaaaada de boleto, ni nadie a quien preguntar, reversa, salgo siguiente estacionamiento, los mismo!!! (ASH! AUXILIO!!!). Reversa, me detengo, pienso "algo estás haciendo mal, no puede ser que ninguno sirva", en el intertanto llega otro coche, entra, presiona y despues baja un ocupante del auto de la parte trasera y pasa su credencial por un escaner que está bastante abajo del botón verde (+=).
Ok, voy de nuevo, presiono botón verde y paso credencial (ya vencida por cierto) y sale el boleto y se levanta la pluma, me estaciono en el primer lugar que veo y me bajo del auto… "¿y ahora qué hago?…" no había a la vista ninguna parada de autobus, asi que tuve que caminar en el pedregal con mis hermosos y carííííísimos zapatos con 15 cms. de tacón hasta el estacionamiento 6 y entonces ponerme a adivinar si el PUMABUS famoso tenía sólo una o varias rutas, porque seguía sin haber nadie en los alrededores!!! (¿Será demasiado honesoro para el presupuesto de la UNAM poner letreritos?).
Ahi estaba yo, subida en mis tacones, con un sol que mataba, preocupada por mi tardanza y esperando que apareciera en el horizonte un autobus que me llevara al circuito central o que de menos pasara un taxi para poder llegar a mi cita. Llegó un individuo y le pregunte sobre las rutas del bus y me pregunta a donde voy, le contesto y me dice que tome cualqueira y que me baje en la Facultad de Derecho.
A todo esto, ya eran las 12:15 y yo histeriquita porque iba tarde… llega el PUMABUS, me subo y ¡Oh Maravilla!, como de primer mundo, autobuses nuevos, limpios, con todas las facilidades para discapacitados y personas de la tercera edad, con aire acondicionado y ademas de todo (siiii ademas!!) no contaminan, una verdadera maravilla. Me siento y por primera vez en mucho tiempo me tomo la libertad de poder admirar el paisaje que regala la universidad, le dimos la vuelta al estadio, que se mostraba en toda su gloria, lleno de banderas de los Pumas en un día soleado y con un poco de viento que les permitia ondear en libertad, miré la Biblioteca Central con sus maravillosos murales y el edificio de la Rectoria, conforme el bus iba haciendo las paradas establecidas subían y bajaban universitarios de todos los tipos, jovenes, viejos, punks, fresas, hippies… y derepente me di cuenta de que eso es la universidad (mi universidad): un espacio de reflexión científica en donde conviven todos los miembros de una comunidad, sin importar como se ven, como piensa o a que aspiran,un espacio incluyente y democrático.
Entonces, a pesar de que fue toda una historia estacionarme, a pesar de que me baje una parada antes y tuve que caminar más de lo que debia, sobre un terreno poco amistoso para mis zapatos, llegué a la conclusión de que "¡NO HAY LUGAR COMO EL HOGAR!".